

La Casa Laurent publicó sucesivos catálogos que relacionaban sus fotografías a la venta. Contienen listados con los números y títulos de las fotografías, agrupadas por temas y provincias. Se conocen ediciones de los catálogos de Laurent de los años: 1861, 1863, 1866, 1867, 1868, 1872, 1879 y 1880. Estos catálogos son imprescindibles para fechar correctamente las vistas.
En 1858 decidió abrir su propio museo

Recordando sus raíces parisinas, además de su estudio en Madrid contaba con otro en la capital francesa. En él contaba con una gran organización de personas que trabajaban para él, lo que por otro lado lleva a una cierta confusión sobre su trabajo, ya que el hecho de que hubiera demasidas personas trabajando para él suponía que no todas coincidían con el mismo estilo de fotografía que Laurent.

Otra especialidad de Laurent fue la aplicación de fotografías a los abanicos, a partir de 1864, obteniendo un Real Privilegio de Invención en España, y una patente en Francia. En varios museos se conservan abanicos ilustrados y montados con fotografías de retratos de toreros, formando un mosaico plegable. Así, el Museu Tèxtil, o Museo Textil de Tarrasa; el Museo Frederic Mares de Barcelona; el Museo Provincial de Ávila, o las Bodegas Osborne, del Puerto de Santa María, cuentan en sus colecciones con abanicos de Laurent, que tienen pegados numerosos retratos de toreros de la época, como Cúchares, Lagartijo o Frascuelo.
Tras su muerte, en 1886, fueron varios los fotógrafos que continuaron su actividad con su firma. El último de ellos fue Ruiz Vernacci, y por eso el grueso de las fotografías creadas en época de Laurent se agrupó bajo la denominación de Archivo Ruiz Vernacci. Desde 1975 el estado español se encarga de su conservación y archivo.
Opinión personal:
He escogido a este fotógrafo porque me atraía de él la simplicidad de sus fotos, como era en tiempos antiguos. Hoy día, entre edición de fotografía y otros pequeños trucos, me da la sensación de que deforma la realidad, de que no se muestra tal como es. Laurent era un fotógrafo sacrificado y que era capaz de hacer grandes esfuerzos por encontrar la foto que buscaba, cosa que en la actualidad no se suele hacer. Además, buscaba algo que para mí es lo que significa prácticamente la fotografía: el realismo.
Me parecen excelentes sus fotografías, tanto en calidad -para la época en la que vivía- como en representación de la realidad. Los temas que usa me parecen los más adecuados para la fotografía de época que hacía.


Opinión personal:
He escogido a este fotógrafo porque me atraía de él la simplicidad de sus fotos, como era en tiempos antiguos. Hoy día, entre edición de fotografía y otros pequeños trucos, me da la sensación de que deforma la realidad, de que no se muestra tal como es. Laurent era un fotógrafo sacrificado y que era capaz de hacer grandes esfuerzos por encontrar la foto que buscaba, cosa que en la actualidad no se suele hacer. Además, buscaba algo que para mí es lo que significa prácticamente la fotografía: el realismo.
Me parecen excelentes sus fotografías, tanto en calidad -para la época en la que vivía- como en representación de la realidad. Los temas que usa me parecen los más adecuados para la fotografía de época que hacía.
